Del cáncer a la curación: Viaje de un peregrino al Congreso Eucarístico Nacional

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Christina Wheatley, una sobreviviente de cáncer, frente a la Iglesia Católica Evangelista de San Juan en Indianápolis, donde se celebró una misa de bienvenida el 16 de julio de 2024, para dar inicio al Congreso Eucarístico Nacional. / Crédito: Zelda Caldwell/CNA

Indianapolis, Indiana, 16 de julio de 2024 / 17:50 pm (CNA).

«Estamos siendo enviados en misión para dar a conocer a Cristo a otros y para ser Cristo a otros», dijo Christina Wheatley de Jeffersonsville, Indiana, a CNA en vísperas del Congreso Eucarístico Nacional esta semana.

Wheatley fue uno de los primeros peregrinos en llegar a Indianápolis para el evento de cinco días, que comenzó el martes con una misa de bienvenida y adoración eucarística en la Iglesia Católica Evangelista San Juan en el centro de Indianápolis.

A lo largo del día, automóviles y furgonetas dejaron grupos de hermanas religiosas y peregrinos de todas las edades frente a la iglesia antes del acto culminante del Avivamiento Eucarístico Nacional, la iniciativa de los obispos estadounidenses para inspirar comprensión y amor por Jesús en la Eucaristía.

Después de la misa, los peregrinos continuaron llegando a la histórica iglesia al otro lado de la calle del Centro de Convenciones de Indiana y el Estadio Lucas Oil para pasar algún tiempo con Jesús en la Eucaristía.

Wheatley, uno de los 50.000 peregrinos que se espera que asistan al congreso que tendrá lugar del 17 al 21 de julio, contó a CNA su historia personal de cómo encontró la curación a través de la Eucaristía.

Una sobreviviente de cáncer, Wheatley dijo que estaba ansiosa por conocer a otras personas que asistieran al evento, para compartir cómo la Eucaristía le trajo una verdadera curación después de su diagnóstico: «hablar uno a uno, escuchar su historia y compartir mi historia siempre que sea posible».

Durante la pandemia de COVID-19, Wheatley, que es ministra extraordinaria de la Sagrada Comunión en la Iglesia Católica San Juan Pablo II en Sellersburg, Indiana, dijo a CNA que recibió permiso de su párroco para seguir distribuyendo la Comunión de casa en casa a aquellos que no podían asistir a la misa.

Pero luego recibió la noticia de su médico de que tenía cáncer de colon.

A pesar de su enfermedad y el sistema inmunológico comprometido, Wheatley continuó haciendo sus rondas, visitando las casas de sus compañeros feligreses para permitirles recibir la Comunión.

"Pensé: '¿Por qué no?'", dijo. «Quería ser Cristo para alguien que no podía estar allí en la misa».

Recibir la Eucaristía durante su tratamiento, dijo, le trajo la curación. «Es algo que hay que experimentar para entender». 

Y luego, a pesar de un mal pronóstico, a Wheatley le hicieron tomografías computarizadas. Tres días después de su cirugía para extirpar un tumor en el colon, dijo, el patólogo le dijo que tenía algunas «buenas noticias» que «no se escuchan con demasiada frecuencia».

«No hay signos de cáncer», dijo. 

Y aunque las exploraciones mostraron inicialmente que el cáncer se había propagado a sus pulmones, las pruebas posteriores mostraron que lo que había en sus pulmones no había crecido. El radiólogo, dijo Wheatley, le dijo: «Así que vamos a llamarlas cicatrices».

Wheatley dijo que está en Indianápolis para compartir lo que significa para ella recibir la Eucaristía.

«Gané mi fuerza y coraje para superar mi cáncer», dijo.

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