
Cardenal Fernando Chomali, arzobispo de Santiago, Chile. / Crédito: Cortesía de Arquidiócesis de Santiago, Chile
Personal de ACI Prensa, 11 de agosto de 2025 / 06:00 am (CNA).
«El cristiano del siglo XXI será mártir o no será cristiano», dijo el arzobispo de Santiago y primado de Chile, el cardenal Fernando Chomali, durante un seminario sobre el papel de la fe en la vida pública.
El cardenal hizo esta observación durante su presentación en el seminario «Y en todo, la caridad», que tuvo lugar con ocasión del centenario de la encíclica del Papa Pío XI. Quas Primas.
El título del seminario se inspiró en una cita de San Agustín. Organizaciones como el Departamento de Derecho de la Universidad Católica de Chile, Comunidad y Justicia, y la Fundación ConBoca colaboraron para organizar un evento que destaca la caridad como el pilar central que une los esfuerzos sociales, culturales y políticos.
Chomali abrió su presentación con una declaración sobre la realidad actual: «Estamos saturados de todo: con palabras, con discurso, con las llamadas libertades. Pero, al mismo tiempo, no estamos llenos de nada».
Refiriéndose al papel de la fe en la sociedad actual y a la necesidad de una espiritualidad sólida, el cardenal señaló que «hoy necesitamos testigos. Más que maestros, personas que conocen a Jesús, que lo aman, que lo siguen. No con ideas, sino con sus vidas».
También advirtió sobre dos tentaciones comunes que rodean la fe: espiritualizando todo y retirándose en pequeños círculos. «La Iglesia no puede cerrarse. No se trata de hacer misiones de vez en cuando, sino de vivir con una actitud misionera. Lo que atrae a la gente no son los discursos, sino las acciones», observó.
Chomali afirmó que «el cristiano del siglo XXI será un mártir o no será cristiano», aclarando que «no se trata de buscar la persecución, sino de vivir radicalmente; obedecer a Dios antes que a los hombres».
«Evangelizar es por naturaleza un acto político»
El arzobispo de Santiago explicó la importancia de la fe en la transformación social, afirmando que «todo proyecto humano sin gracia termina en frustración».
Advirtió que la caridad no puede reducirse a la cordialidad o la filantropía, sino que «debe ser el alma de la política cristiana» y que esto requiere «formación, oración y coherencia».
Haciendo una distinción entre política e ideología, el cardenal afirmó que «evangelizar es por naturaleza un acto político, porque busca el bien común».
Lo mejor que podemos ofrecer a la sociedad, sostuvo, es proclamar a Cristo, porque «de él entendemos la dignidad humana. Y solo de él podemos vivir con esperanza».
Esta historia fue publicado por primera vez por ACI Prensa, socio de noticias en español de CNA. Ha sido traducido y adaptado por CNA.
