[ad_1]

Nuestra Señora del Líbano en Harissa, Líbano, donde una estatua imponente de la Virgen María domina el Mediterráneo. / Crédito: Paul Saad/Shutterstock
ACI MENA, 26 de octubre de 2024 / 08:00 am (CNA).
En 1989, el Papa Juan Pablo II emitió una carta apostólica advirtiendo que «la desaparición del Líbano sería una de las mayores penas del mundo» y que salvarlo es «una de las tareas más urgentes y nobles» para la comunidad mundial.
Mientras que el Líbano suele ocupar los titulares por su turbulenta política y sus conflictos militares, incluso en los últimos días a medida que ha aumentado la tensión entre Hezbolá e Israel, su rica herencia católica, tanto pasada como presente, se pasa por alto con frecuencia.
Aquí hay 10 cosas importantes que debe saber sobre la fe católica en el Líbano:
1. La diversidad de la Iglesia en el Líbano
A pesar de su pequeño tamaño, Líbano es el hogar de 18 sectas religiosas reconocidas oficialmente. Dentro de este paisaje diverso, la Iglesia Católica ocupa un lugar destacado, que comprende varios ritos y comunidades distintos que contribuyen al patrimonio espiritual de la nación.
Hay seis comunidades católicas principales en Líbano, cada una con su propia historia única, tradiciones litúrgicas y herencia cultural: Iglesias maronitas, melquitas, armenias, siríacas, caldeas y latinas.
Reconociendo la singular diversidad religiosa del Líbano, el Papa Juan Pablo II se refirió al Líbano como «más que un país; es un mensaje».
2. Categoría: Católicos libaneses por número
El porcentaje de cristianos en el Líbano es un tema de debate, con estimaciones variables. Una cifra comúnmente citada sugiere que los cristianos constituyen alrededor de 34% de la población (entre 1,5 millones y 2 millones), aunque existen preocupaciones sobre la exactitud de estas estimaciones debido a la ausencia de datos oficiales del censo.
El grupo católico más grande en Líbano es la Iglesia Católica Maronita. Según Para el Anuario Pontificio 2015, hay aproximadamente 3,36 millones de católicos maronitas en todo el mundo. Se encuentran comunidades significativas en Argentina (alrededor de 720.000), Brasil (493.000), México (156.000) y Australia (150.000).

3. Un importante papel político en el Líbano
Los católicos, en particular los maronitas, desempeñan un importante papel político en el Líbano debido al sistema confesional único del país, que asigna el poder político sobre la base de la afiliación religiosa.
Según la Constitución libanesa, el presidente del Líbano debe ser siempre un católico maronita. Y los 128 escaños parlamentarios están divididos uniformemente entre cristianos y musulmanes/Druze. Los cristianos, incluso maronitas, católicos griegos y otras sectas, sostienen 64 asientos, mientras los 64 asientos restantes se reservan para musulmanes (tanto sunitas como chiítas) y drusos.
4. Persecución y agitación política
Los cristianos libaneses han enfrentado persecución a lo largo de la historia, desde los mamelucos, que destruyeron iglesias y masacraron cristianos, hasta el Imperio Otomano, que orquestó el gran hambruna que mató a un tercio de la población.
En tiempos más recientes, los líderes cristianos en el Líbano se han enfrentado a la violencia dirigida. La Guerra Civil Libanesa (1975-1990) vio el asesinato de figuras cristianas clave como Bashir Gemayel (1982), el líder maronita y presidente electo que fue asesinado por su papel en la oposición a la ocupación siria y palestina. Muchos periodistas e intelectuales cristianos también han sido asesinados en años más recientes por su oposición a la influencia extranjera.
5. Papel histórico clave
Los católicos en el Líbano han disfrutado históricamente de una autonomía única en el Medio Oriente, incluso durante el gobierno islámico. Conocidos por su fuerte apego a la libertad, han resistido consistentemente sistemas de subyugación como la dhimmitud (el estado de los no musulmanes bajo el dominio musulmán), preservando su independencia e identidad a través de siglos de cambio.
Los maronitas jugaron un papel central en la resistencia al control otomano a través de esfuerzos diplomáticos, militares y políticos. Y después de la Primera Guerra Mundial, la comunidad maronita bajo el liderazgo del patriarca Elias Peter Hoayek presionó para el establecimiento del Gran Líbano en 1920 bajo el Mandato francés.
El patriarca Nasrallah Sfeir desempeñó un papel fundamental en la resistencia a la ocupación siria del Líbano. Su liderazgo fue un factor clave en la movilización de libaneses cristianos y no cristianos para desafiar el dominio sirio, especialmente en el período previo a la Revolución del Cedro en 2005.

6. Tierra de los Santos
El Líbano ha sido llamado la «Tierra de los Santos» debido a los numerosos santos que han surgido de su historia. El santo libanés más prominente es San Charbel Makhlouf.
Además, el monacato ha sido una piedra angular de la vida cristiana en el país durante siglos. Los monjes y monjas, que vivían aislados en las montañas del Líbano, preservaron el cristianismo durante períodos difíciles.
7. Una fuerte relación con el Vaticano
La Iglesia Maronita se originó a finales del siglo IV alrededor de San Marón. En el siglo VIII, los maronitas se habían trasladado a las montañas del Líbano, viviendo en aislamiento. Durante las Cruzadas, establecieron conexiones con la Iglesia Latina y en 1182 se unieron formalmente con Roma.
En 1584, el Papa Gregorio XIII estableció el Colegio Maronita en Roma. Los graduados de la universidad ayudaron a difundir el conocimiento de la tradición cristiana oriental en Europa y mejoraron la educación del clero en el Líbano.
Muchos católicos libaneses han desempeñado papeles importantes en el Vaticano. Por ejemplo, Youssef El-Semaani fue el principal traductor y custodio de la Biblioteca Vaticana.
Los católicos libaneses también contribuido significativamente al Vaticano II. Por ejemplo, los melquitas solicitaron la creación de un dicasterio permanente en la Curia romana para cuestiones ecuménicas, lo que refleja su participación continua en la promoción de la unidad dentro de la Iglesia.

8. El lenguaje de Cristo preservado
Los cristianos libaneses, en particular los maronitas, han desempeñado un papel clave en la preservación del arameo, el idioma hablado por Jesucristo. Esta antigua lengua ha sido salvaguardada a través de la liturgia maronita, que todavía incluye oraciones e himnos sirio-arameos.
9. La educación católica, piedra angular del desarrollo del Líbano
Las escuelas católicas en el Líbano han sido fundamentales para el desarrollo educativo y cultural del país. Estas escuelas, dirigidas por varias órdenes católicas como los jesuitas, franciscanos y clérigos maronitas, ofrecen una educación de alta calidad arraigada en los valores cristianos. Instituciones notables como la Universidad de San José (fundada por los jesuitas en 1875) y la Universidad de Notre Dame-Louaize son conocidas por su excelencia académica.

10. Peregrinaciones católicas: exploración de los lugares sagrados del Líbano
Líbano ofrece una gran cantidad de opciones de peregrinación, incluido el Valle de Qadisha, Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO, donde los monjes maronitas han vivido aislados durante siglos.
Annaya, donde está enterrado San Charbel, es un importante destino de peregrinación reconocido por la curación y los milagros.
Otro sitio popular es Nuestra Señora del Líbano en Harissa, donde una estatua imponente de la Virgen María domina el Mediterráneo.
Este artículo fue publicado originalmente por ACI Mena, socio de noticias en lengua árabe de CNA, y ha sido traducido y adaptado por CNA.
[ad_2]
Enlace de origen
